TOP 5 Buenas prácticas, también para reducir los desperdicios alimentarios

Desde tiempo voy leyendo en la web muchísimas “soluciones” para reducir los desperdicios alimentarios en casa, en el trabajo, en los restaurantes y en los hoteles!

Lo primero pero que me pregunto es: ¿Que significa, en el mundo de la sostenibilidad, “desperdicios alimentarios”?

Con esta pregunta entramos en la TOP 5 de las buenas prácticas (¡para mí!)

1. CONOCIMIENTO

En cualquier ambito en lo que queremos actuar, ser eficaz, poner un granito de arena, es necesario conocer lo de que hablamos, leer, escuchar, aprender de todos y por todos lados, confrontarse y enfrentarse para que nuestra sed de saber, nuestra capacidad de análisis, nuestras palabras sean la que realmente queremos sacar!

Después de meses estudiando, cursando, confrontando y enfrentando, finalmente he encontrado una respuesta eficaz a mi primera pregunta: ¿Que significa, en el mundo de la sostenibilidad, “desperdicios alimentarios”?

Son alimentos no consumidos y partes no comestibles que terminan en vertederos, incinerados, desechados por el alcantarillado, tirados o esparcidos en la tierra! NO!

Es un subconjunto de “alimentos excedentes”! NO!

¡Es energía que desperdiciamos, energía por el cuerpo, energía para la tierra, energía que puede substituir los combustibles fósiles!

¿Como la aprovechamos entonces? ¿Como metemos un freno a este desperdicio? Y ya vamos por dos. Y con el efecto mariposa las preguntas se multiplican. Mi respuesta ha caído en la concienciación

2. CONCIENCIACIÓN

Es necesario que nos comunicamos con y entre todos, personas, instituciones, empresas, asociaciones para descubrir, y recordarnos a diario, que desperdicio alimentario es sinonimo de energía y de desperdicio energetico.

Energía limpia, verde, potente. Que todo el mundo vea que un platano puede alcanzar 20minutos de biogas para cocinar, que significa 1,5kWh.

Pero antes que ver lo que puede producir un desperdicio alimentario tenemos que mirar a lo que hemos consumido para producirlo.

1kg de ternera necesita, en su ciclo produttivo de 46.8 MegaJoules, más de 13 kWh. ¡Ni una lavadora lo vas a consumar!

Y aquí vas la tercera “Best practice” de mi clasificación

3. PREVENCIÓN

No estoy diciendo de cambiar nuestros hábitos de forma radical, pero imagínate lo que puedes ahorrar en términos de tiempo, dinero y energía si hubiera un menú en tu semana.

Imagina lo que vas a ahorrar al mundo si no tiras el 31% de lo que compras. Sí sí, estoy seguro, la ONU estima que en el mundo se desperdicia el 31% de los alimentos producidos y reutilizarlos no significa reducir! ¡Tiras 31€ de tus 100 euros de compra semanal!

¿Podría ser que deberíamos mirar este tema desde un punto de vista diferente? ¡Especialmente en las empresas!

4. MEDICIÓN

A partir de la medición del consumo se empieza a abordar cualquier tema de forma adecuada y con más consciencia, es el momento en el que se actúa con eficacia y en lo que se van a reducir considerablemente los costes.

Porque midiendo estás actuando en la prevención (punto 3), en el comportamiento (punto 2), y es justamente donde haces la diferencia, en términos de ahorro y en términos de sostenibilidad.

Y es en este momento, el momento en lo que realiza “pa donde pierde este grifo” que vas a sacar “La Idea”, que empieza a pensar “out of the box”, que vees las cosas por otra prospectiva y todo lo que hace empieza a tener un efecto positivo en tu bolsillo, en tu día a día, en tu impacto energetico y si, también en tu huella de carbono. Y esto nos lleva a la 5^ buena practica

5. ACTUAR

Háblalo, escríbelo, cuéntalo, promuévelo, hazlo como tu quiera, lo importante es que lo saca del celebro, de tu casa y que lo compartes, porque es lo que hace falta!

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